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27 de marzo de 2009

Nuevos desafíos del periodismo

El desarrollo tecnológico, la digitalización, el lenguaje digital. Todo produce cambios en la vida cotidiana, pero también en la tarea profesional de los periodistas. Cambia la manera de hacer periodismo y cambia el lenguaje del periodismo. Nuevas estrategias, diferentes posibilidades, otras exigencias, presiones y demandas, más allá del debate del proyecto de Ley de Radiodifusión, que será desarrollado cotidianamente, como hasta ahora, en las páginas políticas del diario.

Internet representa, desde mediados de los ’90, una revolución tanto en el periodismo como para el ciudadano que puede acudir directamente al origen de la noticia. Se rompió el esquema tradicional fuente/periodista/lector-audiencia, y cualquier persona se convierte en “periodista”. Internet está integrada en las rutinas diarias. La concepción del periodista como recopilador y difusor de la información, como intermediario y como regulador de la calidad de información muchas veces está en duda por la influencia de la red.

El teléfono móvil con cámara fotográfica y filmación ha convertido a los ciudadanos en proveedores de imágenes para los medios de comunicación que suelen estar asociadas con accidentes, incendios, fenómenos meteorológicos o manifestaciones. La web entre los periodistas es la consulta de las versiones electrónicas de los medios tradicionales, aunque ésta no sustituye a la tradicional lectura de la prensa en papel. Algunos medios digitales ofrecen problemas de credibilidad derivados de la falta de control sobre las noticias publicadas.

Durante años existió una frontera entre los periodistas de la palabra y los de la imagen. Esta división carece ya de sentido. Muchos diarios digitales y redacciones televisivas usan imágenes capturadas en la red y el periodista debe saber contar una historia indistintamente con palabras, imágenes o sonidos. Debe saber cuándo una noticia reclama un protagonismo de texto y cuándo, por el contrario, una imagen o un sonido son lo importante.

Con la interactividad, el periodista puede proponer a sus lectores diversos itinerarios de lectura, para articular un discurso coherente y hasta múltiple, incorporando a los jóvenes acostumbrados al lenguaje audiovisual, sintético e interactivo.

El celular se ha transformado en un dispositivo emisor/receptor de todo tipo de contenidos y aplicaciones y la “cuarta pantalla” crece en influencia, borrando las fronteras que deben separar lo público de lo privado, lo laboral de lo personal.

El doctor Roberto Igarza sostiene que entre los factores que favorecen el encuentro de la telefonía móvil con nuevas formas de consumo de contenidos se destaca la distribución de los tiempos de ocio, sobre todo de las personas que habitan las grandes ciudades. Los desplazamientos son más asiduos. La vida laboral y extralaboral se colmó de pequeños espacios que escapan a la comunicación interpersonal oral y escrita perteneciente a la anterior etapa de la telefonía móvil.

Esa micropausa puede ser utilizada para ver un video, consultar un blog o recibir noticias de actualidad, relacionadas con el deporte, médicas, espectáculo o cualquier especialidad. Los nuevos medios y dispositivos móviles vienen a jugar un rol protagónico en la vida de las personas. Sólo hacen falta contenidos adecuados que no por ser breves carezcan de calidad o estén condenados a ser efímeros.

La gente participa con el fin de alcanzar un sentido de pertenencia al grupo, desarrollar nuevas habilidades y oportunidades para relacionarse o simplemente por amor propio. Es necesario ser muy cautelosos con las imágenes que no tienen confirmada su procedencia. Ya hemos visto conmovedoras secuencias que muestran secuestrados implorando clemencia o dramáticas imágenes de ejecuciones que nunca existieron.

La tecnología digital determinó que los periodistas asumen hoy tareas que antes estaban separadas: redacción, grabación, fotografía, edición, gráfica, diseño y publicación en la web. Los medios impresos, audiovisuales y digitales de un mismo grupo han desarrollado sinergias que permiten aprovechar recursos comunes, coordinar estrategias editoriales y promocionarse activamente entre sí. El periodista multimedia ha sido la respuesta del sistema ante el impacto de Internet en el modelo tradicional de comunicación.

Quizás el mayor reto sea lograr que las distintas culturas de prensa, radio, televisión e Internet sean capaces de trabajar de modo unificado, cuando hasta ahora se mantienen estilos, rutinas y valores periodísticos muy distintos y en algunos casos hasta opuestos.

El planteamiento que subyace en la convergencia multimedia no es sólo tecnológico o generacional, sino profesional. En síntesis, lo que hace que se haga mejor o peor periodismo depende de la actitud del periodista, no de la tecnología de la que se disponga. Es necesario atender los distintos cambios que se están produciendo y ver cómo los periodistas nos vamos adecuando a las distintas transformaciones que se producirán, tanto a nivel tecnológico como en las normas que deben regir la actividad.
http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-122042-2009-03-25.html
Ernesto Martinchuk
Página/12 - 25/marzo/2009

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